domingo, 5 de octubre de 2014

“Las Manos de Eurídice” por Alfonso García-valenzuela Guimón

    Esta inquietante obra teatral interpretada como una múltiple personalidad concentrada en un único personaje se representó en la tarde noche de ayer en el Teatro de Marbella ante un selecto público que pagó una entrada simbólica cuyo beneficio será para la Asociación Piel de Mariposa de Marbella.

    El escritor arruinado económica, física y afectivamente fue interpretado por Alfonso García-valenzuela Guimón con una intensidad, expresividad y ritmo que acongojaron y subyugaron a una respetable ávido de buen teatro.

    La obra es un raro monólogo en el que el propio actor realiza flash backs, abre huecos a escenas multitudinarias en el Casino de Montecarlo, interpela al público, conversa con personajes del pasado, algunos ya inexistentes y completa una historia de vida a través de descubrimientos de documentos y fotografías. El conjunto es de tanta ansiedad como la que padece el personaje ante la conciencia de la pérdida, del efecto de las decisiones que el ser humano toma a lo largo de la vida.

    La negación, la excusa, intentan paliar la tremenda soledad, el desencanto, las consecuencias de la irresponsabilidad y desencadena en locura. Esta pieza teatral del escritor Brasileño Pedro Bloch está de rotunda actualidad pese a tener más de sesenta años. El ser humano intenta dar explicación a sus errores, busca culpables, en una alienada manera de curar el dolor de las repercusiones de sus actos. Sin embargo, todo sería más sencillo, más práctico, si aceptáramos que no somos perfectos, que cometemos errores y dándonos permiso para el desacierto, admitiéremos nuestras faltas, pidiéramos PERDÓN y siguiéramos adelante como se pueda, es humano el disparate.


    Es un lujo tener en nuestra ciudad teatro de semejante altura, una obra impactante y una interpretación esquizofrénica de tal intensidad que muchos acabamos llorando ante la expresividad gestual y vocal, la desesperación agotadora de Alfonso, respalda por las notas del piano de Chopin.

Ana E.Venegas

2 comentarios:

  1. Como siempre Alfonso dando todo de si mismo por una causa justa.Que suerte conocerte!

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  2. Maravilloso artículo dedicado a una maravillosa interpretación

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